No sólo es bueno para la salud. Dormir bien, es además indispensable para prevenir el envejecimiento precoz y mantener una piel radiante.
Nuestro organismo está programado para dormir de noche, y es sólo durante ese periodo (8 horas preferiblemente) cuando el sueño realiza correctamente sus funciones.
Cuando oscurece aumenta la producción de Melatonina en el cerebro y esta se ocupa de regular el ritmo del sueño, y de actuar como antioxidante, protegiendo nuestras células y evitando su deterioro.
Además, mientras dormimos la piel se recupera de las agresiones del día y se producen los procesos de regeneración de los tejidos.
La piel se oxigena mejor y está en su mejor momento para recibir los beneficios de los tratamientos cosméticos. ¡Aprovéchalo!
Si respetas el reloj biológico y duermes 8 horas cada noche, tus células tu salud y tu piel lo notarán y estarás ayudando a que se mantengan más jóvenes.
Ahora bien, si te faltan horas de sueño o tienes estrés o cansancio, también notarás los efectos negativos que, en el caso de la piel, son muy evidentes: el cutis pierde vitalidad y se ve apagado y gris. Las arrugas se acentúan y aparecen las ojeras.
A medida que pasan los años producimos menos cantidad de melatonina y como consecuencia, aparecen más alteraciones relacionadas con el sueño.
Por todo ello, puede ser muy interesante tomar un aporte extra de melatonina para los casos de sueño desordenado o mala calidad del mismo.
Pregunta en tu farmacia y… ¡Vuelve a dormir cuando toca!