Es inevitable: muchas veces nos van quedando pequeñas cantidades de algunos productos que no llegamos a gastar, y que vamos almacenando sin encontrar el momento de terminarlos. Pues bien, desde la Farmacia de Mata Espeso queremos ofreceros algunos consejos para que vayáis finalizando los productos de vuestra colección de belleza, para evitar seguir acumulando frascos y botes, y ser más efectivos con vuestro dinero y espacio. En esta ocasión, centramos la atención en las mascarillas faciales, que durante este periodo del año deberían convertirse en nuestras aliadas estrella a la hora de aliviar la piel después de venir de la playa o de la piscina, y tras haberla expuesto a una exposición solar más agresiva de lo normal. Ana, farmacéutica de Mata Espeso, nos explica que la piel enrojecida y acalorada por este efecto del sol, agradece un ‘chute’ de hidratación, especialmente en el rostro. “Podemos usar la mascarilla, aplicándola en una capa gruesa en la cara y dejándola actuar durante toda la noche, sin retirar. Para piel mixta o con tendencia grasa, que no necesita tanta hidratación, bastaría dejarla una o dos horas y después retirarla”, detalla Ana.
Otros usos para la mascarilla faciales: manos de seda
Como comentábamos al comienzo del post, muchas veces dejamos envases de mascarillas faciales sin terminar. Para aprovecharlos, como uso alternativo al facial, podemos aplicarla en nuestras manos, a modo de tratamiento de choque de hidratación profunda.
“En nuestro ‘momento belleza’, una vez a la semana o los días que dediquemos a nuestra ‘rutina beauty’, es aconsejable aplicarnos una capa gruesa de mascarilla en las manos. Es mejor escoger un momento tranquilo para poder dejarla actuar durante más tiempo, toda la noche si queremos, en las zonas de las manos que tengamos más estropeadas. Pero de la misma forma que en el rostro, podemos retirarla si nos resulta incómoda esta textura a las dos horas, por ejemplo. También como en el caso anterior, se puede retirar con un algodón, con agua, o mejor con un spray de agua termal para aprovecharnos del poder calmante de esta fórmula.
