Problemas de antes, problemas de ahora

Vivimos inmersos en una sociedad que avanza muy rápido, en todos los sentidos: la información es fugaz, las noticias -las buenas y las malas- caducan enseguida, y muchos avances se van superando sin que casi dé tiempo a saborear su éxito.

Las ciencias de la Medicina y la Farmacia, y todas sus ramas, también han logrado increíbles descubrimientos para mejorar la calidad de vida de las personas, en cuanto a estudios que día a día se superan.

Sin embargo, hay cosas que no han cambiado, o que lo hacen muy lentamente. Muchos de los problemas actuales son los mismos que los de la época de cuando Concepción de Mata Espeso comenzó a ejercer. «Son iguales porque no se han podido superar».

Por ejemplo, las mujeres querían tener más pecho, los hombres que no se les cayera el pelo, y las jóvenes una piel suave e hidratada. «La gente no era muy dada a solicitar ese tipo de productos en farmacias conocidas porque eran un poco vergonzantes y solían ir a farmacias de extrarradio a pedirlos».

Las preocupaciones de las personas estaban muy centradas en la apariencia física, justamente como ocurre en la actualidad. Por ello, el cabello, su crecimiento y lustrosidad, era uno de los ejes fundamentales dentro de los deseos de quienes querían verse estupendos.

El cutis, una tez sedosa y aterciopelada, era otra de las grandes preocupaciones de quienes querían lucir una piel de porcelana.

Hoy en día, y como antaño hizo su antecesora, las farmacéuticas de la Farmacia de Mata Espeso siguen trabajando con ilusión, procurando en la medida de lo posible, solucionar los problemas de quienes se los presentan. Porque más tarde o más pronto, todo tiene solución 😉

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